VERDURAS AL PESTO CON HUEVO MIMOSA

Está claro que como 14 veces a la semana y odio repetir dos veces la misma comida. Podría escribir 2 post al día con recetas nuevas pero estar con mi pequeña en este momento es muy divertido y el ordenador me cuesta trabajo.
De toda forma lo que sigo haciendo y con mucho entusiasmo es cocinar... y hacer la compra en el mercado... Odio los supermercados con sus frutas y verduras encelofanadas, odio las musiquitas que pasan y odio el bip de cuando un alimento se transforma en nada mas que un número - su precio... Al contrario amo los mercados... los de todo el mundo me encantan y me han encantado viajando. Aquí en Tarifa no hay un mercado de verdad. Hay una 'plaza' que sería como un mercado cubierto en donde se encuentra mi puesto favorito: el puesto de Virginia. Comprar allí es un placer. Esta mujer es como mi hermana, siempre sonrie y tiene muy buen don de gente. Te aconseja, cuando puede te pone algo de regalo en la bolsita 'para que lo aproveches' y siempre se interesa de como te va la vida... así que ir a comprar a lo de la Virgi es enterarse de lo que pasa en el pueblo escuchando a las maris que allí se juntan en sus momento mondano y trasformarte durante unos minutos en 'una del pueblo'...
Pues volviendo a las verduras al pesto... Hace unos días en el puesto de Virgi compré mucha albahaca, hice mucho pesto, en parte lo regalé, comimos troffie, pero sigo teniendo mucho, así que salieron las
VERDURAS AL PESTO CON HUEVO MIMOSA:
Ingredientes:
Patatas
Zanahorias
Remolachas
Huevos

Para el pesto:
Albahaca
Piñones
Queso pecorino
Ajo
Aceite

Cocinar al vapor las patatas, las zanahorias y las remolachas. A parte hervir los huevos.
En un vaso de batidora poner piñones, queso pecorino, ajo y aceite y batir hasta obtener una crema amarillenta omogenea, añadir el albahaca y seguir batiendo.

Cuando las verduras estén hechas, cortarlas en pedazos grandes, añadir una pizca de sal y aceite mover y añadir el pesto y mover otra vez. Poner en un plato, abrir el huevo y romper la yema desmigandola finemente como si fueran flores de mimosa. Cortar la clara muy pequeñita y esparcir según gusto. Comer templado.